
La imaginación es quien nos hace disfrutar de la realidad.
Calentamiento global, deshielos, gases de invernadero, bla bla bla, todos hemos escuchado sobre esto, a todos tratan de preocuparnos con el tema, la gran mayoría en esta ciudad no para bola, para qué? Vivimos en una ciudad tan pequeña que no tiene sentido estresarse con eso.
En todo caso si es que Hotmail no me dice que me preocupe no veo porque hacerlo, es más chistoso reenviar cadenas que me libran del mal karma, o esas imágenes que llegan sobre el calentamiento del planeta.
Mejor me informo sobre el tema, tal vez así se me ocurra alguna idea que pueda usarla con algún cliente o en algún concurso, como lo del calentamiento global está de moda, supongo que ha de servir. Además si DIESEL está usando el calentamiento global para inspirarse, no ha de ser nada malo, creo.
Campaña de la última colección de DIESEL.
Mmm, algo me dice que para esta colección ya no fue producida con chinos encerrados en un cuarto, segurísimo utilizan maquinaria a diesel para producir todo en serie y más rápido. Me alegro por los chinitos, ojala no vengan a Cuenca.
Lo que acaban de leer es lo que supongo está en la cabeza de los que produjeron y aprueban esta campaña, si me falta algo recuérdenmelo por favor.
Hablando en serio, que brutos los publicistas de Diesel, créanlo o no esa es una campaña real. Dicen que yo soy una de las personas con menos conciencia que se pueda encontrar, pero al parecer tengo la suficiente como para darme cuenta que esta campaña está mal.
Simplemente está mal.
En que estarían pensando???
Cuando uno cree que todo está funcionando de lo mejor, algo sale mal, siempre hay algo que sale mal, por más que tratemos de evitarlo el karma, la mala suerte, dios, los duendes o lo que sea intervienen y repentinamente nuestro trabajo deja de funcionar.
Así que, para tratar de estar preparados en una próxima vez, aquí los pongo algunas de las cosas que nunca cambiaran en el diseño:
“Si no fuera por el último minuto, no se haría nada”.
“La mesa de trabajo siempre está más desordenada que ayer”.
“Al diseñador se le notificará que es necesario hacer cambios en el diseño después, y solo después, de que haya terminado”.
“Si se añade mano de obra a un proyecto ya retrasado, se retrasa más todavía”.
“Nadie nota los errores grandes”.
“Mientras más fácil sea hacerlo, más difícil será cambiarlo”.
“La calidad es inversamente proporcional al tiempo que se le dé al proyecto”.
Estas tal vez no sean verdades universales, pero a todos nos ha pasado algo así, y la verdad no creo que vayan a dejar de pasar.
Las frases fueron tomadas de el libro de Arthur Bloch, La ley de Murphy.
Hace unos días el amigo de un amigo, que también es mi amigo, estaba hablando con otro amigo que también es mi amigo; no sé de que hablaban, no recuerdo bien, solo sé que mi amigo dijo que la ciudad no estaba lista para él como profesional, mi otro amigo en forma de respuesta preguntó ¿Qué estás haciendo tu para que la ciudad esté lista?
Es una buena pregunta, verdad. En una ciudad como la nuestra, donde el diseño está empezando a madurar creo que todos los diseñadores deberíamos empezar a preguntarnos lo mismo. El estado actual de los diseñadores en la ciudad es realmente preocupante, todos sabemos lo mal parados que estamos en el mercado local.
Ante este problema podemos hacer algo o no hacer nada, si no hacemos nada la gran mayoría diseñara solo lo que le diga el jefe o cliente y unos dos que tres lograran estar en un punto donde se puede diseñar viviendo y sintiendo el diseño. Claro que todo esto dentro de un ambiente mediocre y sin competitividad en el área local.
Si elegimos hacer algo, el diseñador se irá ganando el puesto en una empresa, más la voz y el voto dentro de la sociedad. El diseño en la ciudad se olvidara de la mediocridad y será casi imposible saber quién es el mejor.
Yo prefiero hacer algo, eso va a ser más divertido.